Agua para prevenir la COVID-19: inversiones para asegurar el suministro
Agua para prevenir la COVID-19: inversiones para asegurar el suministro
El valor del agua como elemento vital para la prevención de la COVID-19 se hizo evidente durante 2020. El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) reorientó sus programas para garantizar trabajos de urgencia o puntos de acopio y mantener el suministro e intensificó las campañas de higiene. También hubo de reforzar a los operadores de agua y apuntalar su sostenibilidad ante la caída de ingresos producida por la pandemia en muchos países de América Latina y el Caribe.
- Paraguay. La ampliación del Proyecto de Construcción de Sistemas de Agua y Saneamiento para Pequeñas Ciudades de Paraguay, permitió optimizar los sistemas presentes en 69 comunidades en el país. Además, se instalaron casetas de cloración en 500 comunidades rurales y se mejoraron los sistemas básicos de agua y saneamiento en 45 hospitales y unidades de salud familiar.
- República Dominicana. A través de la ejecución de un plan de emergencia en San Cristóbal se activó un protocolo de seguridad para abastecer de agua esta provincia. El plan incluyó los trabajos esenciales y la organización del personal del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA). El FCAS implementó reglamentos de salud para los empleados en reparación de averías, atención telefónica, difusión de boletines, comunicación remota con los usuarios y pago en línea del servicio.
- Costa Rica. Desde marzo de 2020, las empresas que realizan obras de agua y saneamiento han contado con protocolos para evitar contagios que incorporan capacitaciones, establecen pequeños grupos de trabajo y colocan cabañas sanitarias y zonas de lavado de manos. Por otro lado, se desarrolló una campaña de comunicación para promover el uso eficiente del agua y la práctica de medidas de higiene.
Reorientación y nuevos programas
Casi todos los programas tuvieron que adaptarse a la emergencia ocasionada por el nuevo coronavirus 2019-nCoV. En Haití, la Cooperación Española aportó medio millón de dólares para proporcionar una primera respuesta a la pandemia. En Guatemala se invirtieron 215.000 dólares para asegurar el funcionamiento adecuado de los sistemas de agua y saneamiento. Paralelamente, se promovieron campañas de lavado de manos en los idiomas de las comunidades indígenas.
En el Salvador, la Agencia apoyó más de 50 sistemas y operadores rurales que sufrían fallos en la distribución del agua. A nivel comunitario, se reforzaron 226 juntas de agua rurales con la dotación de kits de potabilización y protección personal y pequeñas obras y reparaciones.