Fondo de cooperación para agua y saneamiento
Prioridades
Principales líneas de actuación
El año 2020 será recordado como el año de la COVID-19. El virus supuso un reto global en el que la cooperación emergió como pilar fundamental. La pandemia provocada por el coronavirus 2019-nCoV tuvo mayor incidencia en países con menos recursos o con sistemas sanitarios más precarios. La distancia social y el uso de agua y jabón fueron elementos clave en la construcción de barreras contra la enfermedad.
La Cooperación Española reforzó la respuesta humanitaria en este sentido, mientras que los programas del Fondo del Agua tuvieron que adaptarse a la coyuntura y reorientar sus fondos y líneas de trabajo. Esto fue fundamental el apoyo para mantener el funcionamiento de los servicios de agua y saneamiento y garantizar, en lo posible, el suministro en zonas vulnerables, a donde se hicieron llegar materiales de protección básica como jabón o cloro.
La Agencia reforzó los servicios públicos de agua ante la posible disminución de ingresos en el caso de que las instituciones carecieran de sistemas de cobro virtuales o no pudieran afrontar la demora en los pagos. Se instalaron puntos de agua de emergencia y se organizó el reparto de agua potable a través de camiones cisterna, con la frecuencia adecuada, en comunidades sin acceso a este servicio.
El esfuerzo de la AECID se dirigió principalmente a lugares estratégicos, como centros de salud, escuelas, mercados, plazas públicas o residencias de mayores, para dotarlos de puntos de lavado de manos y soluciones de saneamiento.
Además, el Fondo impulsó campañas de higiene y lavado de manos, consumo responsable y pago de servicios y sobre la importancia de estar conectado a la red de alcantarillado.
Adicionalmente, durante 2020 se aprobaron cinco nuevos programas –cifrados en 6M€– en Honduras, Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Ecuador para mejorar los servicios de agua y saneamiento como barrera contra la pandemia e incrementar la resiliencia de las comunidades rurales ante nuevas emergencias. La Unión Europea reforzó la confianza depositada en la Cooperación Española al suscribir dos nuevos acuerdos de contribución en Ecuador y Bolivia, que sumaron 30M€.
España, por su parte, se adhirió a la iniciativa “Agua y Saneamiento para Todos” (SWA) que tiene como meta priorizar la agenda política del agua. Además, firmó convenios de colaboración con la empresa pública de aguas de Sevilla, EMASESA, y la Universidad de A Coruña para incrementar el apoyo a Bolivia.
La Agencia se adhirió, además, al Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS), creado por la necesidad de contar con una herramienta para el monitoreo del ODS 6.