ODS 5: Igualdad de género
Prioridades
La AECID mantuvo durante 2020 sus intervenciones para proteger los derechos de las mujeres y las niñas en África Subsahariana. Entre otras actuaciones, en Etiopía, reforzó las capacidades de la Alianza Nacional para poner fin a la mutilación genital femenina y al matrimonio infantil; en Guinea Ecuatorial apoyó a la Agrupación Teatral Bocamandja en su sensibilización en favor de la igualdad; y en Mali, la prioridad fue la asistencia a las víctimas de violencia de género en Sikasso y el distrito de Bamako.
También en Cabo Verde reiteró su la colaboración con los programas para “Contribuir a la mejora del acceso y la generación de empleo digno para las mujeres caboverdianas”, del Ministerio de Igualdad, y “MELISSA-Mujeres emprendedoras luchando por la integración sostenible en el sector agrario”. Y en Senegal, aportó apoyo técnico y financiero al Observatorio Nacional de la Paridad (ONP).
En el ámbito supranacional africano, junto a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y el Mercado Común de África Oriental y Austral (COMESA) secundó la creación de incubadoras de empresas para mujeres emprendedoras.
El Programa MASAR Género es una iniciativa para demandar la igualdad de género en el Mundo Árabe y Asia con actuaciones como el proyecto “Medios de comunicación como catalizadores del cambio en políticas de género”, que contó con la participación de 120 periodistas, mujeres y hombres de esta región en sus tres años de existencia. En la última edición, abordó el tratamiento de las noticias sobre violencia machista, la protección de las mujeres periodistas y las barreras que impiden perfeccionar las prácticas informativas.
La AECID auspició acciones diversas con enfoque de género en Egipto para la creación de alianzas y espacios de diálogo, así como la concertación de reformas legislativas. También impulsó actividades para la inclusión de la mujer en la economía formal.
En Marruecos, puso en marcha proyectos de concienciación sobre igualdad de derechos en el norte del país y emprendimiento autónomo en economía social y solidaria. De igual manera, en Túnez combatió los estereotipos sociales femeninos, incentivó el acceso al mercado laboral y colaboró con el Observatorio Nacional de Violencias contra las Mujeres.
El trabajo relativo al ODS 5 en Mauritania se centró en dos puntos: el refuerzo de la policía y la justicia en materia de violencia contra la mujer y la promoción de cuatro cooperativas con enfoque de género. Además, en Filipinas impulsó la participación de las mujeres en los procesos de paz de Bangsamoro y Cordillera, y protegió los derechos humanos de las indígenas de Luzón y Mindanao.
La Agencia encaminó su esfuerzo en América a la persecución de la trata de personas en Paraguay y a la lucha contra la violencia machista en Ecuador y Perú. En la misma línea, mantuvo su colaboración en Guatemala y El Salvador, mientras que en Nicaragua promovió el empoderamiento económico de las mujeres de Masaya para garantizar sus propios medios de subsistencia.